Los tambores nativos de los pueblos de la tierra siempre han ocupado un lugar muy importante como un objeto-símbolo. El hombre primitivo descubrió que al tensar la piel de un animal sobre un marco o recipiente, y al golpear con sus manos o con una baqueta sobre esta membrana elástica, producía un sonido penetrante, que inducía a los miembros del grupo a una especie de trance por el cual podían conectar con los pulsos más profundos de la tierra y del universo.
Para muchos de estos pueblos, al tambor se le considera un microcosmos simbólico. El uso del tambor chamánico está presente en las prácticas ancestrales, rituales de iniciación, de curación, diagnóstico y acompaña las danzas comunitarias, como el nguillatún de la cultura mapuche.
TAMBORES TRADICIONALES CANARIOS
Tambor Gomero y Sirinoque